Dialectos misteriosos
La tradición no sirve de ninguna ayuda para situar los orígenes de la lengua vasca: provendría de Dios mismo y sería «tan natural como el arrullo de la paloma o el ladrido del perro». También, según la misma tradición, Satán, aunque permaneció siete años en la región, sólo pudo aprender a decir «sí» o «no»: y el mismo Satán, habiendo adquirido un manual para aprender vasco, furioso por no poder comprender nada lo habría arrojado finalmente al mar… Y más seriamente, cuando Manuel de Larramendi escribió en el siglo XVIII la primera gramática vasca, la tituló El imposible vencido, por así decir, «una victoria sobre lo imposible».
Y es, en realidad, un idioma «imposible», sin textos anteriores al siglo XVI, con ocho dialectos diferentes y variaciones de aldea en aldea, casi de casa en casa. Ello podría explicar por qué tiene el récord de comparaciones con otras lenguas, desde el cartaginés al turco y al finlandés, pasando por el tchouktche, del nordeste de Siberia. A principios del siglo XX, algunos lingüistas lo compararon con el camitico, familia que incluye ciertas lenguas etíopes, el egipcio y el beréber.
El italiano Trombetti, en su búsqueda de la primera lengua de los hombres, la que hablaban antes de Babel, encuentra que el vasco tiene algunas similitudes con el georgiano y otros dialectos del Cáucaso más o menos emparentados entre sí. En esta dirección se ha tenido más éxito. Algunos agregan el etrusco, el buruchaski, aislado en el noroeste de los Himalaya, e incluso algunos aspectos del armenio… En 1936, de manera mucho más limitada pero más precisa, Georges Dumézil presenta los elementos, coincidencias de vocabulario y afinidades de sintaxis que establecen un parentesco entre las lenguas del Cáucaso y el vasco.
La arqueología siembra la confusión
Parece, pues, existir un parentesco entre esta lengua hablada en el extremo occidental de Europa y las que se hablan entre el mar Negro y el mar Caspio. Pero ¿cuándo se diferenciaron, cuándo se rompió su unidad? Raíces comunes para palabras que significan «trabajar», «sembrar, «trenzar», «hilar» y «moler» permiten situar la ruptura después de la época neolítica, del 5000 al 2500 antes de Cristo, puesto que estas actividades aparecen en ese período. Se podría pensar que los vascos desciendende los caucásicos que llegaron a Occidente después de esa fecha. Pero en 1936, es decir, el mismo año en que se estableció el parentesco entre ambos grupos lingüísticos, dos arqueólogos, T. de Aranzadi y J. P. de Barandiaran, descubrieron unos cráneos en la gruta de Urtiaga, en el país vasco. Contrariamente a aquellos exhumados durante las excavaciones de Paul Broca en los años 1880. Algunos son idénticos a los de los actuales vascos. Sin embargo, datan de la época paleolítica, el p’eríodo que precede al neolítico. Esto prueba que los vascos son autóctonos, «aborígenes de Europa occidental», presentes desde los tiempos más antiguos y que evolucionaron de manera específica a partir del hombre de CroMagnon, en forma totalmente independiente de los georgianos o de loschechenes…
¿Un idioma importado?
En resumen, los vascos han estado allí desde siempre, o casi, pero su idioma no se ha diferenciado de las lenguas habladas en el Cáucaso sino apenas hace cinco o seis mil años. Se podría pensar que todos los autóctonos de Europa hablaban el mismo idioma, incluso hasta el norte de Asia. También se podría pensar que el Rh negativo sería un vestigio de esos pueblos, barridos posteriormente por las invasiones de los indoeuropeos (entre ellos, los galos) y sólo habrían permanecido en los dos extremos del continente.
Sin embargo, es bastante sorprendente que un idioma hablado en todo un continente haya desaparecido, salvo en sus dos extremos. Desde el punto de vista de los grupos sanguíneos, es toda la región situada entre la Garona y los Pirineos la que se distingue del resto de Europa, y Julio César, en su Guerra de las Gallas, marca bien la diferencia entre este pueblo y los galos, y se puede, por lo demás, preguntar por qué la Garona, más que cualquier otro obstáculo natural, pudo detener a los indoeuropeos.
Se puede imaginar, en consecuencia, que los vascos, pueblo autóctono, hayan adoptado un idioma venido de fuera ¡unto con la metalurgia, traída de Asia Menor en el tercer milenio antes de Cristo…
Lingüistas y arqueólogos han mostrado que los antiguos vascos, a pesar de sus profundas diferencias, sabían abrirse a las influencias exteriores. Los caucásicos pudieron haber recibido de los mismos pueblos el arte de la metalurgia y adoptado su lengua por las mismas razones. Faltaría explicar por qué otros pueblos europeos, que entraron en la edad de los metales al mismo tiempo y por la misma vía, no tienen hoy día idiomas emparentados entre sí.
Cualquiera sea la respuesta que se adopte, presentará algunos problemas. Los descubrimientos de 1936 arrojan una luz sobre el origen de los vascos y de su lengua, pero no han resuelto el misterio.
En Francia, está menos extendido y ocupa el suroeste de los Pirineos atlánticos, desde las inmediaciones del torrente pirineico de Oloron hasta el océano; Bayona y Biarritz son en parte vascos; se distinguen tres provincias: Labourd, la Navarra francesa y Soule.
Un asunto de actualidad
En 1936, los trabajos sobre el origen de los vascos adquieren actualidad debido a una situación candente. El 17 de julio, la República española se enfrenta a una sedición militar, la que, después de tres años de guerra civil, llevará al general Franco al poder, el que mantendrá hasta su muerte, en 1975. El gobierno legítimo había acordado la autonomía a las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, pero los insurgentes rechazan toda autonomía.
Apoyados en los fueros, libertades tradicionales abolidas en 1876, los vascos respaldan a la República y lo pagan muy caro, especialmente con el bombardeo de Guernica el 26 de abril de 1937, ciudad símbolo de los fueros, por aviones de la Alemania nazi puestos al servicio de Franco.
Bajo el régimen franquista, el milenario carácter específico de los vascos perdura. En 1959 se crea la ETA (Euzkadi Ta Azkatasuna: el país vasco y su libertad), que practica desde 1966 la guerrilla urbana y el terrorismo incluso ahora, en que ya no golpea a una dictadura centralizada sino a una España democrática y respetuosa de las libertades.
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